Sabores de casa, de luz, de vida

Secreto no es que nuestro rinconcito del mundo en el corazón del Vedado si bien mágico, no es físicamente grande. De hecho, tal certeza ha sido ampliamente comunicada por nuestro público desde cada plataforma y canal de comunicación, es así que hemos trascendido por muchísimas virtudes, aunque quizás nuestra diversidad de sabores no es nuestro valor más famoso.

Y aunque sentimos la casita rosada inmensa en nuestros corazones, los metros cuadrados que nos devuelve la realidad pudieran considerarse pocos; sin embargo, la magia se trata de convertir adversidades y tropiezos en luz y aprendizajes; y así ha pasado con Ela & Paleta pues en la estrechez de nuestro mundo hemos hecho crecer vida y color, encantando con nuestro helado a peques, estudiantes, adultos, profesionales, familias, jóvenes, abuelos y mascotas sin distinción alguna.

Pero ¿dónde reside la fórmula para ensanchar el espacio al tamaño de memorias colosales? Pues quizás en el amor, la frescura y cremosidad de nuestro helado, en su sabor que fructifica al calor -o quizás al frío- de talentosas y comprometidas manos, al amparo cauteloso de un proceso tan artesanal como artístico si se quiere. Quizás no son decenas de basquetas para elegir, pero el contenido de cada una cuenta su propia historia a través de notas, texturas, ingredientes locales y muy especiales.

De este cariñoso modo, el encanto de nuestra heladería trasciende los innovadores formatos de los que ya hemos hablado -como el thai, lo wafles, las chocolletas, etc.- y se aloja en la esencia más pura de la fórmula con la que damos sentido al producto que ofertamos, en la sabrosura de nuestro helado, en su umami como dirían los japoneses.

Entonces, hay algunos sabores que rara vez salen de nuestra habitual selección porque han seducido irrevocablemente los paladares de quienes se aventuran a experimentarlos y de una vez se convierten en sus favoritos regulares; entre ellos tenemos, por ejemplo:

• El maní: elaborado con maní natural, tiene un dulzor especial y discreto, y una potencia de sabor ideal para los amantes de este fruto seco.
• El dulce de leche: un delicioso postre que combina la ricura del dulce de leche tradicional y la cremosidad suntuosa de un helado o una paleta
• La naranja-piña: sabrosa fusión con una exquisita cuota de dulce, frescor y cremosidad.
• El chocomaní: otra exquisita combinación de dos sabores que por sí solos son perfectos pero juntos hacen un helado extraordinario.
• Los frutos del bosque: un helado único con un caramelo especial de frutos del bosque elaborado de forma natural con frutillas, con dulzura y acidez perfectamente equilibradas.
• La amarena: otro sabor especial con base en la cereza que además de su sirope especial cuenta con cerezas naturales en su fórmula, preferido por quienes buscan un helado diferente.

Y existen otros, si bien, menos frecuentes, muy exóticos y entronizados por nuestro público amigo, como lo son el black Hawaii, el Romeo, la stracciatella, el variegatto, el yogurt entre otros.

Además, están esos deliciosos y naturales sabores que acuden a nuestras neveras en dependencia de las estaciones como, por ejemplo: el mamey, el mango, la guayaba y la frutabomba.

Tenemos muchísimos más sabores, y también sus combinaciones, su fusión con sorpresitas al gusto como chocolate, galletas o frutillas; además de algunas innovaciones propias de casa para no dejar de sorprender y enamorar, pero no quisimos dejar de mencionar aquellos que legitiman y enaltecen nuestra marca en tanto local que sirve helado sabroso hecho con amor.

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