Ela & Paleta

La magia del viento y las pantallas

Abril nos recibe con esa sensación de brisa de verano en el rostro, con el destello del sol tiñendo sepia las fotos, con las acuarelas manchadas de amarillo; con esa vibra mágica de protagonistas de nuestros propios relatos. Y es que hay momentos del año en que ir por la calle con audífonos nos hace sentirnos dentro de una película, hay lugares que nos hacen parpadear para creernos que estamos viviendo algo real y hay fotografías que nos arrancan emociones sin que salgamos en ellas.

Desde la semana pasada una tendencia ha venido conquistando las redes, se trata de la aplicación de la IA para transformar nuestras fotos en bellísimas ilustraciones al estilo del ilustre animador Hayao Miyasaki. Pocas tendencias devuelven la vida y la emoción al frío mundo de las pantallas como lo ha hecho el halo implacable de Ghibli irradiado de esa cultura globalizada de la personalización; y si bien el debate ético en torno a si se trata de plagio desmesurado u homenaje discurre por derroteros dignos de examinarse; lo cierto es que la tendencia nos ha dejado hermosas imágenes a quienes escroleamos el feed de Instagram buscando estímulos visuales e inspiración.

Ahora bien, tras esta divagación por las bambalinas invisibles de las redes sociales nos tocaría identificar cuanto hay de común entre nuestra mágica heladería de ensueño y ese mundo infinito que ha creado desde el siglo pasado el estudio japonés de animación Ghibli.

Convendría pues aludir a su romántico nombre, pues se traduce como el cálido viento que sopla en el desierto. Para contextualizar solo debemos remitirnos a esa experiencia de recibir de vuelta el sol en la cara y una ligera brisa que nos acaricia; entonces no podemos pensar en mejor estación para hablar de Ghibli, pues entre marzo y abril sopla en Cuba un viento que despeina follajes y personas, y que alborota nuestras sombrillas y hace repicar sonajeros. Se trata de esas brisas fuertes que las personas mayores suelen asociar a la cuaresma.

Por otra parte, tenemos la narrativa del color, de los escenarios pastel que nos traen al alma esa tranquila vibra de vida que fluye y de felicidad orgánica encontrada en detalles muy pequeños. Los sonidos costumbristas y suaves, la naturaleza hablando, las voces calmadas, los ruidos de pasos, las historias que se entrelazan, la riqueza de la diversidad, las lecciones aprendidas; cierto es que la cinematografía de Ghibli construida por Miyazaki y Takahata, sonorizada por Hisaishi es una oda a la vida, a la naturaleza y al amor en su sentido más puro.

En Ela & Paleta hemos buscado construir una narrativa similar que evoque esa sensación de plenitud, que eleve el espíritu mediante una experiencia de sabores, colores, voces y estímulos que trasciendan lo comercial. Nuestra marca tiene un profundo sello de sensibilidad, sobre todo con las infancias, y también con la naturaleza, con la figura de la mujer, con los animales, con los ancianos, con el crecimiento y la maduración, con la espiritualidad y el respeto a la pluralidad de pensamientos y voluntades.

Es así que Ela, esa niña intrépida que da vida a nuestra marca, es como Ponyo entregándose a la aventura, como Chihiro aprendiendo a crecer, como Nausicaa luchando por lo que cree, como Kiki emprendiendo sin miedo, como San defendiendo a los suyos, como Shita desafiando su destino, como Sofi descubriendo el amor, como Haru explorando nuevos horizontes, como Satsuki cuidando su familia, como Arrietty enfrentando un mundo gigante… el viento arrollador y cálido del estudio ha calado en la personalidad de nuestra heladería y nos arropa en tanto nos despeina, nos guía mientras alborota con su magia singular los deseos infantiles de quienes crecimos entre esas entrañables películas.

Y en tal sentido, la tendencia que ha puesto de moda la IA nos reverbera memorias felices, de mañanas junto al televisor acompañando a esas jóvenes protagonistas en viajes insospechados. Con esas lecciones de amor por la otredad, de respeto al planeta y de gozo por la vida discurren nuestros talleres de primavera; con el viento en las flores y las risas melódicas de niños y niñas que adoran el helado.

Síguenos en Instagram, Facebook y WhatsApp para estar al tanto sobre nuestros talleres de primavera y descubrir ese lado mágico y ghiblinesco de esta marca que tanto amamos.

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