Había una vez
Había un helado, una paleta y una intención, había esperanza y voluntad, había ganas que daban sentido al sacrificio y hay una heladería que resplandece porque la magia viene de antes.
¿quién sospecharía del poder narrativo del helado? ¿quién podía pensar que el cremoso y frío postre tramaría la existencia y el amor como dulces vínculos que perviven desde la gente?
Pero acá estamos, escribiendo, sintiendo desde el sabor, la textura y toda la ilusión detrás de un proceso productivo, de un modelo de negocios, de un sueño traído a la vida. Y nos gustaría contar en clave de historia los momentos más relevantes del mundo heladero desde el origen del delicioso postre hasta sus hitos más significativos a lo largo del tiempo.
Había un origen
Todo comenzó casi dos milenios antes de nuestra era, cuando en China se combinaba la nieve con especias, leche y arroz para crear una comida refrescante. A la mesa de los faraones egipcios se llevaban dulces y granizadas mezclas de jugo frutal servidos en copas de plata. Más tarde en Persia se disfrutó del denominado “sharbat” que integraba frutas y agua de rosas, nuevamente, a la nieve.
Con el tiempo y las migraciones, conquistas y el desarrollo de la gastronomía se fueron añadiendo a la nieve nuevos elementos de sabor que resultaban en meriendas o postres frescos; en Roma, por ejemplo, se le incluyó miel y jugo de frutas; y en la Europa medieval se disfrutaron de diversos postres helados cuyas recetas llegaban de Asia.
La receta moderna
Ya en el siglo XVII el siciliano Francesco Procopio dei Coltelli crea un artefacto capaz de mezclar azúcar, fruta y hielo, dando lugar una mezcla más homogénea y tecnificada. Desde su local en París, el delicioso dulce se fue extendiendo y ganando popularidad por toda Europa.
La Revolución Industrial fue un impulso significativo para la masificación y perfeccionamiento de la producción de helado. Este fue abriéndose camino en América desde la conquista, y el presidente Jefferson ostentaba una curiosa receta de helado de Vainilla en su colección personal. Sin embargo, no es hasta 1843, cuando Nancy Johnson inventa la primera máquina manual para hacer helado este avance facilitó su preparación y permitió aún más su popularización.
Más tarde, en 1851, Jacob Fussell, un lechero de Baltimore, estableció la primera fábrica de helados en Estados Unidos, marcando el inicio de la producción industrial de este postre y el punto de inflexión para la nación que actualmente se proclama como mayor consumidora de helado a nivel global.
Evolución y componente creativo
Si bien en sus inicios, tuvo orígenes más bien asociados a frutas y especias; con el devenir de la historia los derivados lácteos empezaron a ganar terreno en la receta del postre, en tal medida que actualmente estos tienen como ingredientes básicos la leche y la grasa butirométrica salvo excepciones asociadas a alergias, intolerancias y posicionamientos como el veganismo.
Los sabores locales también fueron configurando la evolución del helado, es así que en la propia América nació la deliciosa propuesta del helado de chocolate. Además, ya entrado el siglo XX, en Nueva Orleans una vendedora ambulante fue la artífice de uno de los formatos más consumidos a día de hoy, pues se le ocurrió colocar el helado sobre un cucurucho comestible dando origen al famoso cono de helado.
En esta nueva ola de invenciones para perfeccionar la delicia fría, se crea en la década del 20, una ingeniosa forma de disfrutar el helado que ha perdurado hasta nuestros días. Se trata nada menos que las paletas, una invención de Harry Burt quien colocó un palito de madera al extremo de un helado de vainilla recubierto de chocolate.
Así, de a poco, desde las cortes europeas y los califatos orientales, los viajeros, los colonizadores, los obreros industriales, los vendedores ambulantes, los empresarios, los inventores, los cocineros… se fue moldeando la historia de uno de las más universales y antiguos postres. El helado ha atravesado épocas y territorios, incorporando la identidad y sensibilidad de las culturas en la cuales se ha instalado de forma inconmensurable y orgánica.
La semana que viene estaremos explorando un poco la historia local de esta delicia. Mientras sigue nuestros canales (insta, face y whatsapp) para que no te pierdas la magia que opera en la casita multicolor del ancestral helado.