Frío dulzor de un invierno: la calidez de un helado
Somos seres complejos, la verdad sea dicha. Solemos entender la vida en matices, en colores vívidos y algunos grises, buscamos la felicidad cuando muchas veces la tenemos de frente, seguimos rutas imposibles hasta metas ya conseguidas… pero entendemos que el helado y el invierno no existen como adversarios, sino en la dulce intersección del calor del alma y el frío de la estación.
Quizás nos haga más sentido disfrutar de un sabroso helado o una rica paleta durante los meses de verano para refrescarnos del calor intenso que el sol nos regala; pero el invierno efímero de Cuba concede al helado nuevos significados. Resulta que compartir el cremoso postre al abrigo de las buenas compañías, de las risas fugaces y los sueños festivos se vuelve una experiencia que arropa y calienta el corazón mismo.
Además, durante esta temporada se superponen toda una suerte de ofertas especiales y sabores estacionales que evocan la Navidad, el año nuevo y la felicidad compartida durante las fiestas invernales.
En nuestra casita del helado hemos venido compartiendo algunas experiencias que nos conectan de un modo único y especial con los meses fríos; y es que nuestra propia apertura estuvo marcada por la temporada invernal, pues llegar a la vida de nuestros clientes un 28 de diciembre habla de nuestra pasión por los retos y por, claro que sí, el frío. Igualmente, cada vez que regresa esta dulce y ansiada estación, desplegamos nuevas ofertas, cada una más deliciosa y atractiva que la anterior, para que todas y todos puedan disfrutar de un invierno, quizás frío a todas luces, pero cálido en el sabor dulce de sus texturas y sentidos.

Este nuevo año, hemos abierto la puerta a una aventura que transfigura la metáfora de la calidez a la más agradable y bienvenida realidad; pues para sobrellevar este gélido enero, además de nuestros deliciosos y cremosos heladitos que reconfortan y abrigan el alma, también hemos comenzado a ofertar el tradicional chocolate caliente, humeante y fluido, listo para devolver a nuestro cuerpo el calor dulce de un chocolate que abraza y eleva.


Otro puente interesante entre frío y calor que hemos explorado en Ela & Paleta ha sido el afogatto. Una sabrosa fusión entre café y helado que hemos ido montando en diversos formatos y presentaciones para darle siempre un toque de magia, a una receta que de por sí ya es poderosa y riquísima.
Nuestro sentido de la innovación nos seguirá llevando a derroteros donde las temperaturas proporcionan experiencias únicas y sabores inigualables. Mientras, el invierno será un refugio especial para nuestra marca, un recodo donde el frío externo no es más que la excusa para abrazarse, para compartir, para celebrar la suerte del abrigo del hogar y de la gente, para disfrutar un helado que contrasta de manera insospechada las estaciones y las emociones, para regalarnos la dulce ilusión de la felicidad.
En nuestro Insta y nuestro Face podrás encontrar todas la ofertas deliciosas y atemporales que tenemos para tí.